jueves 28 de marzo de 2024

OPINIÒN

La semana en Neuquén: Mal olor

Trabajadores del EPAS denunciaron que se vierten líquidos cloacales sin tratar a los ríos y desataron una polémica.

Foto / Patagonia Foto Press
Piletas de Planta Tronador
Piletas de Planta Tronador
domingo 24 de julio de 2016

La contaminación de los ríos lamentablemente no es un tema nuevo en la región. En general, se comienza a hablar de la situación cuando llega la época estival y los vecinos acuden masivamente a los balnearios.

Esta vez la polémica se adelantó y se reavivó con la denuncia de los trabajadores del EPAS del vertido de líquidos cloacales que realizan las plantas de tratamiento a los ríos Limay y Neuquén.

Hablamos de las plantas Tronador y Parque Industrial que fueron centro de protesta de los empleados. En la última, los delegados de ATE explicaron que mientras las autoridades anunciaron que se invirtieron 18 millones de pesos para renovar las maquinarias sólo funcionan dos de las cinco bombas que deberían tratar los líquidos cloacales.

Por su parte, desde el EPAS se encargaron de desmentir las versiones de los trabajadores, los acusaron de irresponsables y vincularon las expresiones con intenciones políticas.

Las autoridades y organismos no desconocen la situación. Desde la AIC se reconoció cuatro lugares severos de contaminación: las plantas de tratamiento de Plottier y la de Tronador, sobre el río Limay y el Canal de los Milicos (Cipolletti) y la de Parque Industrial, sobre el río Neuquén.

Sin embargo, integrantes de la Autoridad Interjurisdiccional de Cuencas trataron de quitar dramatismo al tema al sostener que no hay contaminación sino impactos ambientales a través de la descarga de efluentes.

Eufemismo o no, el rio recibe líquidos totalmente perjudiciales para la salud de los vecinos y no se realizan las obras adecuadas para evitar esta situación. En este punto, vale destacar que se inició una importante obra en la planta Tronador que vendría a dar solución al tema pero la obra está retrasada al punto que los empleados de ese lugar denuncian que hay intenciones de paralizarla.

A todo esto, uno de los organismos que debe controlar la situación quedó acéfalo. Se trata de la Subsecretaria de Ambiente, quien estaba a cargo Ricardo Esquivel y esta semana dejó la función pública luego de varios años de ocupar el mismo cargo.

El funcionario aseguró a sus colaboradores que la decisión responde a motivos personales exclusivamente y aún no hay reemplazante.

En medio de esta situación, varios concejales se hicieron eco de las denuncias. El bloque ARI presentó un pedido de informe para que el municipio verifique los hechos y sancione al EPAS en caso de ser pertinente.

Sin embargo, el proyecto no fue aprobado porque ediles del Mpn se negaron a darle tratamiento.

Por su parte, el concejal del UNE, Francisco Baggio manifestó su preocupación al indicar que desde las esferas gubernamentales no quieren hablar claramente de los efectos de la contaminación.

“Tirar efluentes crudos al río es acá y en la China, contaminar. Lo que sucede en nuestra cuenca es real, la contaminación existe, y el principal factor son las aguas negras producto de los vertidos cloacales sin tratar”, denunció Baggio. El edil fue más allá al afirmar que en 30 años la AIC no realizó ninguna multa por mal funcionamiento de las plantas.

La realidad es que el EPAS es el único responsable de lo que sucede en la Planta Tronador y en la planta del Parque Industrial ya que bombean la mayor cantidad de líquidos crudos al río. En manos de los funcionarios que no se cansan de asegurar que no hay problemas está el futuro de la cuenca para que no se convierta en un riachuelo.


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