sábado 20 de abril de 2024

DEBATES

Xenofobia

El senador rionegrino encendió la polémica Miguel Ángel Pichetto al sostener que el problema es que siempre funcionamos como ajuste social de Bolivia y ajuste delictivo de Perú.

Xenofobia
domingo 06 de noviembre de 2016

 

La xenofobia es el rechazo o la discriminación de una persona por ser extranjera. Estos discursos tienen un amplio anclaje en el sentido común, quizás porque es fácil responsabilizar a los migrantes de los problemas estructurales. Esto se debe a que se trata de un sector vulnerable y en situación de pobreza con poca capacidad para defenderse y para instalar otras miradas.

Recientemente el senador Miguel Ángel Pichetto sostuvo: "el problema es que siempre funcionamos como ajuste social de Bolivia y ajuste delictivo de Perú". En el mismo sentido, oportunamente Mauricio Macri sentenció, “pareciera que la ciudad de Buenos Aires se tiene que hacer cargo de los países limítrofes, y eso es imposible. Todos los días llegan entre 100 y 200 personas nuevas a la ciudad, que no sabemos quiénes son, de la mano del narcotráfico y la delincuencia”.

Es decir, de estas declaraciones se desprende que la responsabilidad del delito es de “ellos”, el chivo expiatorio sobre quienes canalizaremos nuestros problemas.

Sin embargo, recordemos que el 94% de las personas detenidas en nuestro país son argentinas.

En este marco, los medios de comunicación juegan un rol clave. Legitiman miradas, formas de ver el mundo, las cuales pueden profundizar la discriminación y la violencia hacía los grupos históricamente vulnerables de la sociedad. 

Esto ocurrió durante el Menemismo. A modo de ejemplo, la revista La Primera, colocaba en su tapa el título “La invasión silenciosa”, con la imagen de una persona en situación de pobreza con el Obelisco de fondo. Por debajo se afirmaba “les quitan el trabajo a los argentinos. Usan hospitales y escuelas”.

Desde esta publicación se construía un discurso que colocaba a un sector social como chivo expiatorio. La culpa es de “ellos”, los migrantes. Entonces se simplificaban los problemas.

Esta revista buscaba responsabilizar a los migrantes de la desocupación, la precariedad del sistema de salud y de la destrucción de la educación cuando, en realidad, era consecuencias del modelo económico de exclusión.

Estos discursos xenófobos se actualizan y recrean. 

Actualmente, el presentador de Periodismo para Todos emitió un programa titulado "Argentina, país generoso", en el cual se presentaba críticamente que extranjeros ejerzan su derecho a estudiar en nuestro país.

Según nuestra Ley de Migraciones, “el Estado en todas sus jurisdicciones, asegurará el acceso igualitario a los inmigrantes y sus familias en las mismas condiciones de protección, amparo y derechos de los que gozan los nacionales, en particular lo referido a servicios sociales, bienes públicos, salud, educación, justicia, trabajo, empleo y seguridad social”

Es decir, migrar es un Derecho Humano, y los migrantes que estudian y trabajan ejercen sus derechos.

Ahora bien, ¿cuál es consecuencia de estos discursos? dejar de discutir la distribución de la riqueza, olvidarnos del modelo excluyente que se está implementando y concentrarnos en ellos, los supuestos responsables de nuestros problemas.

Como sostuvo el titular de la Federación Universitaria de Buenos Aires (FUBA), Adrián Lutvak, "Por supuesto, durante el programa, Lanata omitió mencionar que la mayoría de los estudiantes de la UBA tenemos que trabajar además de cursar, que la tasa de deserción creció fuertemente este año, que no tenemos boleto educativo o que las becas no alcanzan. Se habló de un supuesto “boom de estudiantes extranjeros”, porque son el 4% del total del estudiantado de la UBA. Olvidaron decir que el 4,5% de la población argentina (y el 13% de la de la Ciudad de Buenos Aires) es extranjera."

Como ocurrió en la década del 90, para tapar nuestros problemas se carga a determinados grupos vulnerables de las responsabilidades, corriéndonos el foco de atención. Como un mago que nos muestra un objeto para ocultar el resto.

Estos discursos no son inocuos, según el Mapa de la Discriminación del INADI, un 40% de la población migrante sufrió discriminación.

Lo particularmente lamentable es que estos discursos xenófobos contribuirán a la limitación de derechos de personas que viven en situación de vulnerabilidad social. Quienes probablemente después de estos mensajes sufrirán mayores niveles de violencia y discriminación.

 

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