jueves 25 de abril de 2024

OPINIÓN

Prostitución y trabajo sexual: ¿el debate pendiente?

Desde 2008, con la promulgación de la “Ley para la Prevención y Sanción de la Trata de Personas y Asistencia a sus Víctimas”, 11.169 personas fueron rescatadas de la “trata”. Sorprendentemente, la mayoría de ellas se encontraba “tratada” con fines laborales y con dos elementos aglutinantes: eran predominantemente mujeres y extranjeras.

Prostitución y trabajo sexual: ¿el debate pendiente?
lunes 07 de agosto de 2017


En lo que tiene que ver con la Trata de Personas con Fines de Explotación Sexual, los números repiten el esquema: el 54% de las víctimas son mujeres. La mayoría, extranjeras. Los números más recientes publicados por el Ministerio de Justicia de la Nación, no son menos funestos. En lo que va de 2017, el 66% de las víctimas registradas fueron sometidas con fines de explotación sexual, mientras que el número de extranjeras sometidas aumentó a un 63%.

Con ámbito de actuación delimitado hacía dentro de las ciudades de Neuquén, Plaza Huincul, Cutral Có, Plottier y Rincón de los Sauces, es la Fiscalía Federal Nº 2 la encargada de luchar contra la Trata de Personas. De acuerdo a la información suministrada por el organismo, la principal vía de acción contra los delitos tipificados por la Ley 26.364 es la “Línea 145”. Aunque se aclara, que esto tiene que ver con motivos operativos y es objetivo institucional “tomar una actitud pro activa para el relevamiento de casos de trata”. Es decir, caminar el territorio para obrar de oficio.

Consultada sobre el tema, Cristina Beute, la Fiscal a cargo del “Federal”, describe un panorama claro de las razones por las cuales los objetivos institucionales, se enlazan con un fuerte compromiso político e ideológico ante la problemática.

- ¿Qué evaluación hace de la problemática que vincula la trata y la prostitución?

Cristina Beute: - Yo te puedo hablar desde un lugar de trabajo que se encuentra en contacto con mujeres que ejercen la prostitución. Mi contacto, es un poco particular, porque es desde el lugar de funcionaria. Es difícil que desde allí se pueda generar mucha empatía pero así y todo, yo te puedo decir que de todas las mujeres que he conocido, ninguna ha llegado a la prostitución producto de una elección libre. Todas vienen de situaciones de altísima vulnerabilidad económica, social, de género, migratoria.  En ese sentido, a mí me resulta muy difícil pensar que la elección de vivir del comercio sexual es una elección libre, como normalmente se sostiene.

- ¿Cómo aborda la Fiscalía el trabajo en lo cotidiano?

Cristina Beute: -  Actuamos e intervenimos como respuesta a una denuncia, en la mayoría de los casos. Si se corrobora la concurrencia de elementos que puedan evidenciar trata de personas, nosotras intervenimos a través de la irrupción en prostíbulos y a veces también, en el domicilio de los dueños de los prostíbulos.
Las actuaciones se realizan con las Fuerzas de Seguridad, generalmente federales, teniendo siempre la prevención de ingresar a un lugar considerando que las personas que vamos a encontrar allí, son presuntas víctimas y que tienen que ser tratadas como tales. Por eso de los operativos participa siempre personal de Fiscalía. Yo personalmente voy a todos los allanamientos, acompañada de personal de la Fiscalía y también de los equipos interdisciplinarios del Ministerio de Justicia en la región y del Centro de Atención a la Víctima del Delito de Provincia.

- ¿Qué pasa si se encuentran personas sometidas a la trata?

Cristina Beute: - Finalizado el allanamiento si hay personas que están en situación de trata o de explotación sexual se les ofrece rescate. Esto es importante, porque la Ley [contra la trata] fue modificada en 2012 y se hicieron extensivos todos los derechos de rescate, también a las personas en situación de explotación sexual. Hasta esa fecha, el derecho era privativo para las personas víctimas de trata. En este caso, el legislador también ha tenido la sabiduría de decir “no le voy a dar valor al supuesto ‘consentimiento’ de la víctima para sacarle responsabilidad al que actúa sobre ella”.  El consentimiento de la víctima, hoy en día, no es un elemento que permita eximir responsabilidad a quien somete a una persona a la prostitución.

La “Trata” tal cómo se masificó en el imaginario social ha cambiado. Ya no predomina en su faz violenta, de sometimiento y tráfico duro. Actualmente, las modalidades de trata, tanto externa como interna, apelan a la vulnerabilidad de la víctima y sus necesidades urgentes. Sobre ese territorio, se sugiere la toma de decisiones “en libertad”, tanto como una salida “real” ante los problemas, tanto como un recurso “transitorio”.


LA VIOLENCIA EN NÚMEROS

El Programa Nacional de Rescate y Acompañamiento a las Personas Damnificadas por el Delito de Trata asistió, hasta la fecha, 11.169 víctimas. El 46% de ellas sometidas a Trata con Fines de Explotación Sexual.

En la región, el mapa de la violencia (en una mirada más amplia que la de la trata) tiene el mismo trasfondo de vulnerabilidad que genera víctimas para el sometimiento sexual. De acuerdo al último informe difundido por el “Observatorio de Violencia contra las Mujeres” dependiente de la Subsecretaría de las Mujeres del Ministerio de Ciudadanía provincial, en el primer trimestre de 2017, se tomaron 2.509 denuncias, con un registro final de 2.207 mujeres en situación de violencia.

A razón de 28 denuncias por día, el mapa de la violencia hacia las mujeres permite observar otros elementos que evidencian lo que Beute describió como “vulnerabilidad”: el 98,33% de las mujeres sometidas a violencia la sufre en el ámbito doméstico y el 91,42% de las denunciantes, ha manifestado haber sufrido violencia en más de una oportunidad.

¿Quién ejerce la violencia contra las mujeres? De acuerdo a los números del Observatorio, el género del agresor es masculino en un 84,26% de los casos. Siendo los vínculos predominante para el ejercicio de la violencia el de “ex-pareja” (50,44% de los casos) o el de “actual pareja” (en el 23,60%).

El nivel de vulnerabilidad al que están expuestas estas mujeres se entiende en razón de otros indicadores: el 48,42% de ellas no tiene trabajo y sólo el 2,1% cuenta con título universitario o terciario.

El sometimiento social, la falta de oportunidades por carecer de formación académica, el desempleo, generan vulnerabilidad. Sobre la vulnerabilidad opera la violencia y también la explotación sexual.

LA MIRADA DE A.M.M.A.R

Ahora bien… ¿Puede haber ejercicio de la prostitución con consentimiento? ¿Es posible la elección del “trabajo sexual”? Hay mujeres que dicen que sí. Son las de A.M.M.A.R (Asociación de Mujeres Meretrices de la Argentina), una suerte de organización sindical para las que “trabajan con su vagina”, tal como señala una dirigenta que pide no ser identificada.

Justamente, es esa dirigenta de A.M.M.A.R la que vincula al cronista con “Rubí”, una muchacha dominicana que se reivindica “trabajadora sexual” y que dice haber llegado al país “para eso” cuando tenía 27 años de edad, 3 hijos y una madre. Si bien el diálogo con “Rubí” se enfoca (” estrictamente) sobre lo “laboral, el cronista presume que es madre soltera y que hoy se encuentra en el país junto a sus hijos. Aunque es posible que haya llegado sin ellos. El lugar en el que “trabajaba” dice, fue cerrado el pasado 8 de abril por acción de la Fiscalía Federal de Beute.

¿Por qué decidiste empezar a trabajar sexualmente?

Rubí: - Yo como soy extranjera, voy a un lugar a pedir empleo y me la quieren poner difícil ¿me entiendes? Pero como este es mi cuerpo y yo con mi cuerpo decido hacer lo que yo quiera, antes que ir a pedir empleo y que me den vueltas pidiéndome papeles y ese tipo de cosas, prefiero vender mi cuerpo, primero porque es mío y soy adulta. Y además, porque para mí es más fácil, es mi decisión y con él puedo ser yo mi propia jefa. Mantengo mis hijos de esto, pago mi casa.

¿Hace cuantos años que trabajas sexualmente?

Rubí: - Hace nueve años. Yo soy dominicana, en aquel tiempo uno compraba un pasaje, llegaba y entraba, no era que te la ponían difícil. Venías, te instalabas en un hotel y allí conseguías amigas que te ayudaban. Ahí hasta los mismos dueños del hotel te abrían un poquito los caminos, no era que te traía alguien y te decía “¡ven que vas a laburar!”… no, no era así. Te ayudaban a salir adelante.

¿Cuándo empezaste a trabajar sexualmente fue un momento en el que tuviste la posibilidad de elegir?

Rubí: - Claro que sí. Yo vine para eso al país, llegué siendo grande. Sabía a lo que venía, entré a este país con mi mente preparada para trabajar sexualmente.

¿No te sentiste victima en ningún momento?

Rubí: - No, en ningún momento fuí víctima. Yo te dije que vine a este país con 27 años. Para mi víctima es cuando tienes de 15 o 14 para abajo, cuando no tienes la mente desarrollada. A los 27 ya la tienes bastante desarrollada. Ya sabés a lo que vas…

Decías que tu lugar se cerró en abril de este año, ¿cómo hacés para seguir trabajando?

Rubí: - Tengo que irme a la calle, no me queda otra. Si no vas a la calle te cagas de hambre… ¿Con qué mantengo el alquiler? ¿Con qué les doy de comer a mis chicos que son adolescentes y están estudiando? El problema es que en la calle te encuentras con un montón de riesgos. A la semana que me puse a trabajar vino un tipo que no me quiso pagar y me molió los ojos. Me los dejó todos morados.

La dirigenta de A.M.M.A.R presente en el encuentro dice que la trata no es lo que antes. Cuenta que cambió al ritmo en el que las mujeres que ejercen la prostitución, fueron ganando terreno en la administración del “trabajo”. “Ahora – aclara – somos consideradas tratantes, facilitadoras de la prostitución o regentas. La figura del fiolo ya desapareció y nosotras somos mujeres que trabajamos con nuestra vagina y cobramos por ello”.

Luego, la exposición de Rubí continúa, pero se van sumándose otras voces, la de Sammy, por ejemplo. Las entrevistadas plantean que el problema es que no les permiten reabrir los locales en lo que las chicas trabajan y que eso, las expone a situaciones de violencia, como la que relata Rubí. Otras dicen que el problema está en las que quieren hablar por ellas… aclaran que en las casas funcionan solidariamente, que comparten los gastos y que ninguna se queda con lo que no le corresponde. Dicen que en la ciudad, hay prostíbulos que someten a las mujeres y se quedan con el 50% de lo que ganan.

Complejo problema el que tensa la prostitución con el trabajo sexual. Tan complejo como el entramado de actos violentos que vulnera a las mujeres, tan difícil de desentrañar como el nudo de conductas masculinas que las legitima.

 Neuquén Al Instante

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