sábado 20 de abril de 2024

NATURALEZA

Hallaron un reptil marino de 150 millones de años en Zapala

Científicos del CONICET estudian sus restos y analizan su adaptación al medio acuático.

Hallaron un reptil marino de 150 millones de años en Zapala
viernes 24 de enero de 2020

Recientemente, investigadores del CONICET que se desempeñan en la Facultad de Ciencias Naturales y Museo de la Universidad Nacional de La Plata (FCNyM, UNLP) reportaron el hallazgo del cráneo, huesos del oído interno y el miembro anterior derecho de un ejemplar de oftalmosaurio que vivió hace unos 150 millones de años en cercanías de lo que hoy es la ciudad de Zapala, Neuquén. La novedad se acaba de publicar en la revista Zoological Journal of the Linnean Society.

Los ictiosaurios fueron un grupo de reptiles que forman parte de lo que se considera el paradigma de adaptación al medio marino de los tetrápodos, es decir los vertebrados terrestres con dos pares de extremidades. Con un antecesor que se estima se desplazaba con sus cuatro patas sobre la tierra, a lo largo de su extensa historia evolutiva que comenzó en los albores del Triásico hace 250 millones de años, éstos fueron transformando completa y radicalmente su arquitectura ósea para desempeñarse plenamente en el agua. De esta manera, sus miembros se volvieron aletas, su cola simple pasó a ser una herramienta propulsora muy útil para el nado, e incluso desarrollaron una aleta dorsal. Es decir, sin tener relación de parentesco, su cuerpo se transformó casi netamente en uno similar al de un pez. De la ventana de tiempo que ocuparon los ictiosaurios, más de la mitad fue dominada por la familia de los oftalmosaurios, que se caracterizaba por la gran dimensión de sus ojos que llegaban a alcanzar órbitas de más de 30 centímetros de diámetro.

“El cráneo hallado mide alrededor de medio metro. Estimamos que este animal debe haber tenido unos sesenta y cinco centímetros desde la zona occipital hasta la punta de la trompa, y un cuerpo de dos a tres metros de largo. Es un tamaño discreto si consideramos que su familia alcanzó dimensiones de ocho a diez metros, y si adicionalmente pensamos que el grupo de los ictiosaurios fue el más grande de los reptiles marinos, alcanzando los veintidos metros a finales del Triásico, hace doscientos millones de años”, comenta el becario del CONICET Lisandro Campos, primer autor del trabajo.

Más allá del hallazgo del material en sí, una de las particularidades del trabajo radica en el método utilizado para su estudio posterior. Valiéndose de tomografías computadas y utilizando un software especial, los expertos pudieron diferenciar digitalmente y con mucha precisión los huesos del sedimento adherido a ellos, para lograr identificar con exactitud cada estructura ósea. “Además de reconstruir y modelar los huesos uno por uno, esa herramienta computacional nos permitió volver a articularlos entre sí para dar una aproximación a cómo estaban ubicados y de qué manera funcionaban cuando este animal vivía”, explica Campos.

FUENTE: CONICET

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