Paraguay arde

Todo comenzó con la iniciativa de reforma que fue aprobada en el Senado paraguayo en la madrugada del 1 de abril. La resistencia de los sectores pro-constitucionales al avance del proyecto del oficialismo generó fuertes incidentes en las puertas del congreso, que luego terminaron con la vida de Rodrigo Quintana, un joven que participaba de la convocatoria y que murió en condiciones que están investigándose desde la Fiscalía General del Paraguay.

El proyecto de enmienda constitucional, fue presentado por el oficialismo paraguayo (el Partido Colorado) y prevé la modificación del artículo 229 de la Constitución Nacional que establece que los periodos de mandato del Poder Ejecutivo son de 5 años de duración, improrrogables, y que tanto presidente, como vice, no podrán ser reelectos en ningún caso. Se busca, claro está, la reelección de la formula integrante del ejecutivo. Y el texto ya cuenta con media sanción.

¿Por que se cuestiona la reforma?

En agosto de 2016, el Congreso Paraguayo trató un proyecto de reforma constitucional de similares características y fue rechazado. Por reglamento de cámara, se debía esperar un año para volver a considerarlo. Pero el oficialismo, en la sesión del 31 de marzo, modificó el reglamento del congreso para habilitar el tratamiento del proyecto antes del plazo previsto. Lo hizo, en una sesión en la que no estaba presente el presidente del Senado, Roberto Acevedo y en la que también se impidió el acceso a toda persona que no fuera integrante de los bloques parlamentarios.

El oficialismo colorado, cuenta con el apoyo del Frente Guazú, espacio que dirige el ex presidente Fernando Lugo, también inhabilitado constitucionalmente para un nuevo periodo, pero que podría verse beneficiado por la reforma, al igual que Horacio Cartés.

Más allá de eso, la “reforma” tiene detractores. La oposición (externa) de Partido Liberal Radical Auténtico (PLRA) y Partido Democráta Progresista (PDP) insiste en las irregularidades de la sesión y en la negativa al diálogo si no se retira el proyecto del congreso. Por otro lado, Marito Abdo Benitez, senador y precandidato a la presidencia para el 2018, tracciona en la Asociación Nacional Republicana (los colorados) para diluir los apoyos al presidente Cartes y espera que el proyecto no prospere.

¿Cómo sigue todo esto?

Luego de diez días de mucho conflicto: movilizaciones sociales, estudiantiles y gremiales, el oficialismo espera tener una pascua con la “casa en orden”. La semana pasada (5 de abril), fracasó la primera convocatoria a diálogo realizada por la Presidencia a las oposiciones, ya que del encuentro (generado por intervención papal) sólo asistió la Conferencia Episcopal Paraguaya.

Tras, una segunda convocatoria (la del 7 de abril) contó con la asistencia de Frente Guasú, Unión Nacional de Ciudadanos Éticos, Avanza País y el Partido Encuentro Nacional, pero la ausencia de detractores al proyecto dejó un sabor agridulce en el oficialismo.

Rúben Cárdenas, miembro del Cómite Ejecutivo Nacional de la “Unión Nacional de Educadores Sindicato Nacional” de Paraguay, plantea que “la situación es impredecible” y señala que su gremio, “ha fijado posición al respecto y hace responsable al presidente y sus aliados de los hechos acontecidos en las puertas del parlamento”.  Cardenas insiste en que debe “respetarse el orden constitucional actual” y que para “calmar el clima social, el Presidente debe retirar el proyecto de reforma”.

En el Congreso, de acuerdo a lo que señala el dirigente docente, los diputados “han postergado la fecha de tratamiento de la media sanción hasta tanto la mesa de dialogo resuelva el problema político”. Pero remarca que “si no hay acuerdo, luego de semana santa se avanzará con la discusión y es probable que se apruebe”, ya que la suma de voluntades de Colorados y Frente Guazú así lo permitiría.

Esto recién empieza.

De ser cierto el postulado de Cárdenas, luego de la aprobación de la reforma, el Tribunal Superior de Justicia Electoral de Paraguay debería convocar a un referendo que ratifique o rechace la enmienda del art. 229. En términos políticos en 2017 deben definirse los candidatos a la Presidencia de la República para las elecciones de 2018, que probablemente se realizarán en abril de ese año.

Algunos como Frente Guazú ya proclamaron a Lugo, otros lo harán lo propio en internas partidarias. Pero todo estará sujeto a la viabilidad de la reforma constitucional. Hay resistencias sociales y políticas a la iniciativa, pero también conveniencia política en las dos principales figuras del proceso Horacio Cartés y Fernando Lugo.

Hoy movilizan los acólitos colorados, su lema es “que el pueblo decida”. Lugo realizó multitudinarios actos de campaña en el transcurso del fin de semana y pidió “paz y diálogo”.

Veremos que es lo que pasa.

 Neuquén Al Instante