"Los ángeles de la guardia"

Sebastián Arman es médico, tiene 32 años y trabaja en la guardia del Hospital Ramón Carrillo de San Vicente (provincia de Buenos Aires). Tras una emergencia publicó una emotiva carta en homenaje a pediatras y administrativos que trabajan con él. Expuso a otros pacientes intolerantes que con violencia exigen ser antendidos rápido sin saber que esos profesionales están salvando vidas, literalmente. 

Su relato reflejó la atención a un niño de un año y medio sin signos vitales, luego de que cayera en una pileta y permaneciera media hora bajo el agua. La criatura ingresó de urgencia sin latidos ni pulso. 

Tras varias horas dramáticas de trabajo, los profesionales, encabezados por las pediatras Viviana Mastri y Marisa Sala, lograron reanimar al niño.

Afuera, en la sala de espera, pacientes no tan pacientes esperaban ser atendidos en la guardia. Ante las demoras comenzaron a amenazar a los trabajadores con golpearlos o romper las instalaciones.

“La gente no entiende que la guardia es para urgencias, y ante un caso así la prioridad es salvar la vida de la persona que entra. Por eso escribí la carta, y para reconocer la tarea de las dos pediatras, que últimamente vienen recibiendo pálidas, pero que hace 20 años que trabajan en el Hospital y yo las admiro mucho”, contó Arman, que definió a Mastri y a Sala como “los ángeles de la guardia”.

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