2022-04-01

GURMETEANDO

El otoño, el viento, el valle

De ha poco se fue hundiendo el verano en el remolinar de hojas que comienzan a despedir los árboles; quedan los racimos de óxidos colores para el vino tardío. Las manos chacareras recogen los últimos frutos y buscan encerrar en frascos las conservas para el alimento del año. Así generaciones tras generaciones tratan de capturar la naturaleza que los prodiga, saberes que se transmiten de abuelos a hijos y de hijos a nietos.

Es la rutina de las manos artesanas transformando loa productos de la tierra, sobre sus espaldas toda la carga de quienes ha llegado a este lado del mundo para hacer la América.

La cosecha, la conserva, el vino y los embutidos en un ciclo continuado para mantener la vida, es interacción con la tierra, la labranza para alimentar el espíritu, así fue por generaciones y se fue pasando el legado, ni la técnica ni la tecnología han podido cambiar costumbres arraigadas y sostenidas por el cemento de la nostalgia. “Lo hicieron ellos, lo continuamos nosotros” sostiene una norma no escrita.

 

Lee la nota completa en Gurmeteando.Info


Neuquén Al Instante

Te puede interesar