Aprovechando la pasta y disfrutando el vino

Es un tema muy rico (como no podía ser de otra manera) e interesante. Curioseando por ahí, entre libros y publicaciones que tienen unos cuantos años se me ocurrió que estaría bueno compartir algún material que nos ayude a sortear el inconveniente que solemos tener a la hora de elegir un vino para acompañar las pastas. Vamos a comenzar por los vinos blancos.

No siempre el vino blanco es el mejor para maridar la pasta. Pues depende de las salsas que se añadan y, si es pasta rellena, de los ingredientes que hay en su interior. Veamos algunos trucos para aprender maridajes de vino y pasta.

Vinos para salsas más ligeras

Hay una gran cantidad de salsas para complementar la pasta. Desde aceite con orégano a bechamel o hechas de tomate más suave. Para estas salsas maridaremos con vinos blancos o bien rosados. Si la salsa es carbonara, además del blanco va bien con un buen espumante. El Cabernet Sauvignon es una de las variedades que les va mejor gracias a aportar un toque de frescura y romper así con la acidez que quizás presenta el plato.

Vinos para salsas de carne

En este caso, las salsas son más contundentes y ofrecen sabores fuertes al plato. Está claro que, ante las carnes, es mejor elegir un vino tinto. Pero este puede ser tanto joven como de crianza. Aquí sirven desde los syrah más potentes a los Merlot y otras clases más suaves que ayudan a endulzar un plato fuerte.

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